Mi vida los rallyes...
MI VIDA LOS RALLYES…
En el año 1979 nací en el seno de una familia ligada a los coches y, como no, a la competición.
Desde muy pequeño viví el automovilismo como el que más y ya desde muy joven me encantaba estar en la asistencia y organizar cosas. Siempre ha sido una pasión que ha aumentado a lo largo de los años.
Recuerdo que de niño teníamos un kart casero que nos servía tanto a mi hermana como a mi para confirmar que ese mundo era el que más nos gustaba. También con César, un amigo mío de la infancia, tuve mis comienzos con un coche, en concreto una Renault 4 isotermo que su padre nos había regalado y con el que nos íbamos a un circuito del pueblo a rodar con él, cosa que hoy en día es impensable hacer eso. Despues comprábamos algún coche viejo dado de baja y seguíamos nuestra "trayectoria" automovilística a escondidas con la ilusión de poder correr algún día.
Hubo algún intento fallido como una carrocería de GT turbo que comencé a preparar pero algún desalmado me chafó el tema. También con otro amigo estuvimos a punto de alquilar un Fiat Cinquecento, pero al final el respeto nos hizo retroceder.
Aún así continué ligado a los rallyes haciendo asistencias a amigos y siempre de espectador en todos las pruebas hasta que en el año 2004 a escondidas me compré un Renault 5 GT Turbo casi para el desguace y, después de alguna discusión en casa, comencé realmente mi carrera deportiva seria.
Muchos días y muchas noches nos pasamos un grupo de amigos de los cuales alguno como José Antonio y José Vaqueiro siguen conmigo actualmente, hasta que debutamos en el Rally Sur do Condado de 2004 Marcos Veloso y yo. Por desgracia no pudimos acabarlo por una avería en el turbo usado que llevábamos, aunque luchamos hasta el último tramo donde dijimos adiós al evento.
Después corrimos el Rallye Albariño y ya con un turbo en condiciones montado por César completamos el rallye y la ilusión de conseguirlo fue enorme. A continuación salimos en la Subida a Castro de Beiro, la cual siempre me gustó mucho y lo hicimos genial, sobre todo porque estaba mejorando. Decidí poner el coche a la venta para ver si se podía hacer algo de dinero con él para seguir evolucionando y así hicimos.
Su destino fue Málaga desde donde me traje un Renault Clio 16v de serie que comenzamos a montar. El primer rallye con él fue el Rallye Baixa Limia que duró muy poco porque en la primera especial de Lobios se rompió el embrague y tuvimos que continuar los siguientes tramos cambiando sin él hasta que la caja de cambios, completamente de serie, dijo adiós.
Con el embrague y caja evolucionamos con un grupo corto, (como cambiaron las cosas después de 10 años, antes tenerlo montado era la ostia y ahora es de lo mas simple), salimos al Rallye Botafumeiro en el que nos divertimos un montón porque corrimos mucho hasta que un taco del motor se rompió y tuvimos que agarrar el motor con una eslinga para terminar el rallye, objetivo que logramos.
En el año 2005 después de desmontar el Clio por completo y evolucionarlo sobre todo a nivel de carrocería y suspensión en nuestro taller, salimos al difícil Rallye do Cocido de Lalín, una prueba de las más complicadas por lo que patinan sus carreteras. Mi inexperiencia me hizo pensar que íbamos pinchados un montón de veces, pero logramos terminar y seguir acumulando kilómetros que realmente era nuestro objetivo. Tras Lalín hicimos el Sur do Condado que es nuestro rally de casa y ya con algunas carreras en el cuerpo queríamos hacerlo bien. Desgraciadamente a 2 kilómetros de la salida se rompió la caja y dijimos adiós con una gran tristeza y desilusión. Sin embargo nos repusimos y llegamos al Rallye Albariño donde por motivos personales Marcos dejó de ser mi copiloto y fue Nacho Dávila el que se sentó a mi derecha para realizar una prueba genial a pesar de estar con antibióticos debido a un accidente laboral que tuve el dia anterior. Aquello no pudo con las ganas y quedamos en un excelente puesto 19 de la general con un coche de serie total y sólo un grupo y una suspensión mejorada.
Tras el buen resultado decidimos salir en Narón y seguir conociendo rallyes nuevos. Lamentablemente ese día hubo un duro accidente y falleció un copiloto por lo que la prueba lógicamente se suspendió. Lo más triste de este deporte sin ninguna duda.
El siguiente rallye fue el Botafumeiro pero Nacho no pudo venir y conocí a José Vieitez que por entonces era novato pero que tenía muchas ganas. La verdad que lo demostró y, aunque el resultado final no fue bueno por un error mío, si estuvimos rodando en puestos destacados. El último rallye de esa segunda temporada iba a ser el Rallye de Lugo en el que me acompañó de copi Soraya Villar que a pesar de su corta experiencia lo hizo genial. Hubiéramos hecho un buen resultado a juzgar por los tiempos que estábamos haciendo de no ser por una pieza que se rompió en la caja, un circlick de 50 ctms.
A finales de 2005, a través y con la ayuda de David de RODOSA, Concesionario Renault, decidimos hacernos con un kit nuevo del Clio Sport Ragnotti de cara ala temporada siguiente, así que vendimos el Clio 16v, (aún hoy se conserva igual), y con mucho esfuerzo nos presentamos en el Rally de Lalín para un debut con coche a estrenar y con el que casi ni habíamos rodado hasta ese momento. El resultado fue fantástico y estuvimos luchando con gente que en el año anterior me parecían intocables. El rallye fue muy complicado sobre todo el tramo de Lebozan donde se salió mucha gente entre ellos Senra y donde también tuvimos un buen un susto. Tras Lalín vino Noia con el coche mejor reglado y que ya entendíamos mejor. En ese rallye estuvimos luchando con Torres todo el día y lo pasamos genial obteniendo un magnífico resultado que nos hizo ir a Narón donde repetimos unos muy buenos cronos. Sin embargo, yo el que realmente quería que llegara era el Sur do Condado, donde iba a ser la tercera ocasión en la que participaba pero la primera con un coche top de la época de grupo N.
Muchos nervios pero también muchas ganas y un gran resultado que nos colocó como líderes del Campeonato Gallego de Rallyes de Grupo N por delante de Alberto Meira y Chelis Gómez, un sueño para nosotros y que nos llevaba a ser portada de la revista Crono Motor y que nos daba alas para continuar la temporada.
Tras todo aquello llegó el Baixa Limia en el que había que correr a tope pero siempre con el objetivo de acabar y sumar puntos. Ese dia tuvimos un rallye complicado y al ser lineal y estar el tiempo muy cambiante teníamos dudas sobre los neumáticos hasta el punto que terminamos el tramo de Lobios en los alambres. Volvimos a cosechar un buen resultado y nuestras aspiraciones seguían intactas.
Así las cosas nos presentamos al Rallye do Lacon en Carballiño, una prueba nueva para nosotros y además muy difícil por la lluvia. Estuvimos en la brecha todo la jornada hasta que en el tramo de Cabanelas tuvimos una pequeña salida que nos hizo perder algo de tiempo, pero logramos continuar. En ese rallye se dieron dos anécdotas; Meira rompió justo al entrar en el Parque Cerrado y Bamarti golpeó en la meta de un tramo con el 306 tirando las fotocélulas, por lo que se armó un pequeño follón.
Con el Campeonato aún por decidir nos teníamos que jugar todo en el Rally de San Froilán. Para mi sorpresa , gracias a un gran amigo y patrocinador, Andrés, me cedió su Mitshubishi Lancer EVO VI Grupo N y así poder tener algo mejor que el Clio para defendernos.
Después de menos de 10 kilómetros de rodaje al lado de casa y poca experiencia en un coche de esa potencia llegamos al rallye con lluvia para complicar aún mas las cosas. Recuerdo que ese día Sergio Vallejo estrenó el Porsche, había 2 Clio S1600, muchos Lancer EVO y mis rivales del grupo N. Iba a ser una tarea difícil pero luchamos estoicamente hasta el ultimo tramo. Meira volcó y sólo quedaba Chelis que nos superó en la clasificacion final con un EVO IX patrocinado por Ninfas terminando en quinta posición, mientras que nosotros sólo alcanzamos la sexta plaza siendo para él el Campeonato Gallego de Grupo N.
No hubo decepción y me quedé muy contento en la que fue mi tercera temporada pues coseguimos lograr la hazaña de estar en la pelea con los mejores del campeonato. Tras aquel final de infarto hicimos el Rallye Botafumeiro como premio a la gran temporada, pero tuvimos que abandonar por el bombín de embrague que se rompió.
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